Ryan no es un deportista común y corriente. Es totalmente ciego y tiene autismo, por lo que encontrar deportes que satisfagan sus necesidades particulares es difícil, por decir lo menos. Los parques infantiles, los equipos deportivos comunitarios y las escuelas a menudo carecen de los recursos y el equipamiento necesarios para que los deportistas con discapacidades participen. Por eso, durante años, Ryan no tuvo las oportunidades que sus compañeros videntes disfrutaban con frecuencia.
“En nuestra ciudad natal, es fácil que se sienta aislado porque es el único niño ciego”, dice su madre, Chandra. Pero todo eso cambió cuando encontraron el Juegos Paralímpicos Wayfinder Hace seis años, Ryan pudo competir en actividades con niños que son como él.
Desde entonces, cada primavera, Ryan sale al campo de juego dispuesto a brillar en los Juegos Paralímpicos Wayfinder. Hace nuevos amigos, alcanza nuevas metas y logra un poco más de lo que hizo el año anterior.
“Todos los años ocurre algo que me sorprende y me siento muy orgullosa de todo lo que Ryan puede hacer”, afirma Chandra. “Nunca sabes de lo que son capaces tus hijos hasta que lo intentan”.
¡Y Ryan realmente lo intenta! De hecho, en los últimos seis años, ha probado más de una docena de deportes adaptados diferentes y ha ganado varias medallas de bronce, plata e incluso oro. Pero lo más importante es que las habilidades que ha aprendido le durarán toda la vida y le ayudarán a desarrollar su independencia y alcanzar su máximo potencial.
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30 de diciembre de 2017